El primer videojuego de la saga comienza con el guerrero en un barco luchando contra la
Hidra, por encargo del Dios de los mares
Poseidón. Previo a llegar a Esparta, Kratos sale a la cubierta en plena lluvia y le reprocha a
Atenea que luego de diez años de servicio, los Dioses no habían cumplido lo prometido. La Diosa le dice que aún faltaba una última misión, Ares estaba destruyendo Atenas por lo que la Diosa de dicha ciudad le pide a Kratos que detenga al Dios de la Guerra en su paso de destrucción ya que Zeus decretó que los Dioses no podían luchar entre ellos.
Kratos llega a Atenas luego de combatir con un gran número de soldados no muertos, gorgonas y minotauros, entre otros seres mitológicos. Luego de salvar al oráculo de Atenas de la muerte, Atenea le revela a Kratos que la única forma de que él pudiese asesinar a Ares era consiguiendo la Caja de Pandora que se encontraba en el Templo de Pandora, encadenado a la espalda del Titán Cronos en un inmenso desierto. El semidiós supera el desierto e ingresa en el templo, repleto de laberintos y enemigos. Finalmente consigue la Caja, pero es asesinado por Ares (quien al enterarse que el espartano había cumplido su misión, lanza una gran estaca de piedra que le atraviesa el cuerpo). A pesar de ello, vuelve desde el Inframundo, llega donde estaba el Dios de la Guerra y mientras este hacía notar su victoria a Zeus, aprovecha para quitarle la Caja y abrirla. Al realizar esto, Kratos crece considerablemente y combate a Ares, a quien finalmente asesina. Pero luego de su gran tarea, Atenea le admite que ningún héroe, guerrero o incluso Dios podía olvidar lo que él había hecho. Totalmente desanimado, Kratos se lanza de la montaña más alta de toda Grecia con el fin de suicidarse, pero al caer al abismo no muere, sino que se levanta hasta el lugar donde se lanzó, allí Atenea le explica que si bien Ares está muerto, el puesto de Dios de la Guerra quedó vacante por lo que le ofrece un puesto entre los Dioses, como el nuevo Dios de la Guerra, Kratos acepta convirtiéndose en un miembro del Olimpo Un general espartano invoca a Kratos para lograr la tan ansiada "Gloria de Esparta" que este había anhelado por años, el Dios de la Guerra desciende del Monte Olimpo, a pesar del intento de Atenea de detenerlo, a la ciudad de Rodas y comienza a destruir todo a su paso, pero un Águila se apoya sobre él y comienza a empequeñecerlo hasta devolverlo a su tamaño normal. Luego el Águila se coloca sobre el Coloso de Rodas y le da vida con la energía robada a Kratos. El espartano cree que era Atenea. Zeus le entrega ayuda a Kratos ofreciéndole la Espada del Olimpo, con la que el Rey de los Dioses había acabado la Gran Guerra de Dioses y Titanes. Pero cuando Kratos trata de quitarla, comienza a perder sin saberlo, sus poderes divinos. Al fin, quita la espada del suelo y termina con el Coloso de Rodas. Pero cuando exclamaba mirando el cielo dirigiéndose a su padre, la mano del Coloso lo impacta accidentalmente y lo daña de gravedad, destruyendo su armadura y dejándolo muy débil. Zeus muestra que era él esa Águila que había robado los poderes de Kratos para dárselos al Coloso. Zeus entendía que Kratos, su hijo más poderoso, intentaría acabar con él, como ocurría en la mitología griega, así que decide matarlo. Ya en el Inframundo, Gaia, la Titánide, se presenta ante Kratos junto con los demás Titanes y le ofrece ayuda a cambio que él destrone a Zeus del Olimpo. Kratos acepta, sale del Inframundo y comienza su viaje a la Isla de la Creación en busca de las Hermanas del Destino, para poder volver al pasado en el momento en que Zeus lo traicionó.En la isla, Kratos asesina a Teseo, Ícaro, Perseo, Euríale, el Kraken y el jefe bárbaro con el que Kratos había acabado cuando Ares acudió en su ayuda. Finalmente se encuentra con las Hermanas del Destino y las asesina a las tres, pudiendo volver al pasado en el momento de la traición de Zeus. Vuelve, se enfrenta a él y lo vence, pero al momento de asesinarlo Atenea se cruza y sacrifica su vida, para evitar la muerte de Zeus, permitiéndole al Dios del Trueno escapar. Atenea justifica su acción con el pretexto de que Kratos al asesinar a Zeus acabaría con todo el Olimpo, pero Kratos le dice que si el Olimpo se opone a su venganza, entonces el Olimpo también sucumbirá, Atenea entonces le confiesa a Kratos que no puede asesinar a Zeus dado a que se repetiría de este modo el ciclo de Hijo mata al Padre, dándole a entender a Kratos que Zeus es su padre. Tras esto, Atenea muere. Enfurecido, Kratos regresa a la cámara de las Hermanas del Destino para volver nuevamente al pasado, al momento de la Gran Guerra entre Titanes y Dioses y se lleva consigo a todos los Titanes a la época del presente para poder formular su tan ansiada venganza. En el final del juego, Kratos está sobre Gaia, y esta, con los demás Titanes, están escalando el Monte Olimpo en busca de asesinar a todos sus miembros, pero Zeus no le teme y prepara a los dioses para la batalla final En la guerra entre Titanes y Dioses, varios de los primeros mueren en combate, pero Kratos con ayuda de Gaia asesina aPoseidón. Cuando se encuentra con Zeus, este arroja al guerrero y a Gaia a un abismo, la Titanide traiciona a Kratos para poder salvarse y deja que este caiga en el río de las almas en el Inframundo que lo debilita, a la salida de dicho río se encuentra con el fantasma de Atenea quién le ofrece sus consejos, las Espadas del Exilio y le exige asesinar a Zeus. En su camino se encuentra con una estatua que lo llama "padre". Él, esperanzado con que sea Calíope, su hija, se apresura a responder, para entender que era otra niña, Pandora, lo que descubre luego. Luego hace un encuentro con Hades y lo asesina consiguiendo las preciadas Garras de Hades. Luego de la matanza del Dios del Inframundo, Kratos se encuentra con Hefesto, quien le da ciertos consejos y le revela verdades sobre su pasado y el de su hija, Calíope. Kratos sigue su camino hacia Zeus, llega a la ciudad de Olimpia donde encuentra a Gaia apenas sostenida. No escucha los pedidos de ayuda de la Titanesa y le corta la mano (con la espada del Olimpo)para arrojarla al vacío. Ya en la ciudad, acaba con Helios para obtener su cabeza. Luego el guerrero espartano se cruza con Hermes, a quién mata para poder robarle sus botas. Se enfrenta y asesina también a su hermanastro Heracles, también conocido como Hércules.Llega a las Fosas de Tártaro y se enfrenta en una cruenta lucha al Titán Cronos, quien cree haber acabado con el espartano, pero este ocasiona un agujero en su estómago que lo debilita, para luego clavar la espada del Olimpo en su frente. Después se encuentra en los jardines superiores. Allí tiene una discusión con Hera, a quien termina matando por burlarse de Pandora. Kratos supera el Laberinto de Dédalo y destruye a los tres jueces para poder acceder a la Llama del Olimpo. Al llegar a ella, Pandora se intenta sacrificar pero Kratos la detiene, cuando ella lo hace entrar en razón y se decide a dirigirse a la Llama del Olimpo para poder causar su efecto, aparece Zeus, quién pelea con Kratos (cuya distracción provoca que Pandora logre su cometido) en tres ocasiones. En el final de la segunda batalla, aparece la Titánide Gaia quién intenta acabar con ambos, pero tanto Kratos como Zeus logran escapar al interior de Gaia donde tiene lugar la tercera y última batalla. Kratos asesina a Gaia y cree asesinar al Padre de los Dioses, que luego emerge de los escombros para matar al espartano. Kratos se refugia en su mente, donde se presentan los viejos y malignos recuerdos que lo atormentan, pero allí se aparece Pandora y lo ayuda a perdonarse a sí mismo por todas las cosas malas que hizo en el pasado, liberando el poder de la esperanza que había permanecido oculto en él. Después de eso, Kratos vuelve a la realidad y finaliza su venganza asesinando violentamente a Zeus. Luego, Kratos se queda contemplando cómo quedó el mundo, cuando de pronto aparece Atenea exigiéndole el poder de la esperanza, que había usado para matar a Zeus, pero Kratos se niega y desenfunda la Espada del Olimpo, Atenea se queja al espartano de querer asesinarla de nuevo, pero Kratos no mata a la Diosa, sino que atraviesa la espada en su propio cuerpo, liberando la esperanza por todo el mundo. Al final, se puede apreciar que el cuerpo de Kratos no está, pero hay un rastro de sangre que apunta hacia el vacío y al mundo devastado por la muerte de los dioses.
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